Apatzingán, Michoacán, 20 de octubre de 2025. – En un operativo coordinado entre autoridades estatales y federales, fue detenido en las últimas horas Rigoberto “N”, alias “El Pantano”, señalado como el presunto autor intelectual del homicidio del líder limonero Bernardo Bravo, ocurrido la mañana de este lunes.
La captura se produjo a menos de 12 horas del crimen, que conmocionó a la región de Tierra Caliente. De acuerdo con las investigaciones, el detenido es identificado como uno de los principales responsables del cobro de extorsiones a los productores de limón del Valle de Apatzingán. Se investiga si ordenó el ataque contra Bravo luego de que el dirigente denunciara públicamente la presión criminal que sufre el sector.
Operativo y Declaración Oficial
Sobre el caso, Omar García, titular de la Secretaria de Seguridad y Protección Ciudadana, informó a través de sus redes sociales:
«Derivado de trabajos de investigación tras el homicidio de Bernardo Bravo, líder de citricultores en la región, se realizó un operativo en Michoacán encabezado por elementos de Defensamx, en coordinación con Fiscalía General del Estado de Michoacán, autoridades del Gabinete de Seguridad de México y del Gobierno de Michoacán, donde fue detenido Rigoberto “N”. El detenido es identificado como uno de los responsables del cobro de cuotas de extorsión a productores limoneros de Apatzingán. Las investigaciones continúan hasta tener a todos los responsables.»
A pesar de la celeridad del arresto, la medida ha generado escepticismo entre los citricultores. Muchos temen que la rapidez tenga un trasfondo político, buscando «silenciar» rápidamente el movimiento que lideraba Bravo, en lugar de desmantelar las redes criminales por completo.
El asesinato del líder ocurre en un contexto de protestas del gremio limonero, que exigen garantías de seguridad frente a los cobros de «piso» que asfixian la economía regional. La situación se vio agravada porque, en septiembre, el gobierno estatal supuestamente habría retirado la escolta oficial a Bernardo Bravo, dejándolo en estado de vulnerabilidad.
Mientras el gobierno presume la detención como un resultado contundente, los pobladores y representantes agrícolas exigen que la investigación sea transparente e independiente. La verdadera justicia, insisten, solo llegará cuando se desmantele por completo la red de extorsión que domina la producción en Tierra Caliente.
La muerte de Bravo ha evidenciado la extrema vulnerabilidad de los líderes del campo michoacano y la compleja relación entre la política, el crimen organizado y la economía agrícola en la región.