Morelia, Michoacán, 19 de octubre de 2025. – En una clara señal de las tensiones al interior de Morena, el gobernador Alfredo Ramírez Bedolla optó por inaugurar la 15° Feria de la Catrina en Capula junto al alcalde de Morelia, Alfonso Martínez Alcázar, desairando simultáneamente el informe del senador Raúl Morón.
Este acto es interpretado en círculos políticos como la ratificación de una ruptura estratégica: Bedolla no quiere que Raúl Morón sea el candidato de Morena a la gubernatura de Michoacán en 2027.
Las diferencias del ejecutivo estatal con el senador no son nuevas. Desde hace tiempo, Ramírez Bedolla ha buscado alejar a Morón de la candidatura. Sin embargo, al no consolidarse políticamente «sus candidatas preferidas», la estrategia del gobernador habría dado un giro más drástico, al punto de que, según analistas, preferiría abiertamente apoyar a un candidato de otro partido antes que ver a Raúl Morón como el abanderado de Morena.
La imagen de Bedolla y Martínez Alcázar, este último un reconocido político del PAN y el candidato más fuerte de ese partido, recorriendo juntos la feria artesanal, se lee como un potente mensaje político. Mientras el mandatario estatal elogiaba la Feria de la Catrina como «la más exitosa en los últimos 50 años», enviaba una inequívoca señal de distanciamiento de su compañero de partido.
El evento en Capula sirvió en esta ocasión de escenario para una fría calculadora política. La ausencia de Bedolla en el informe de Morón y su presencia con una figura de otro partido confirman que la batalla por la sucesión estatal en 2027 ya está abierta y que la pugna Bedolla-Morón es el eje central de una fractura que divide a Morena en Michoacán.