Apatzingán, Michoacán, 15 de agosto de 2025.- En un encuentro con productores de limón y sociedad civil organizada, el presidente municipal de Uruapan, Carlos Manzo, y el líder citricultor Bernardo Bravo, abordaron las urgentes problemáticas de inseguridad, abandono gubernamental y crisis económica que afectan a la región.
Voces de la comunidad
Bernardo Bravo, presidente de la asociación de limoneros, destacó la importancia de la organización y la exigencia de seguridad:
«Las causas estructurales son la seguridad. Si no tenemos tranquilidad, no podemos trabajar. No podemos ir a nuestros huertos si no hay certeza de regresar vivos. Hoy tenemos víctimas, huérfanos y viudas por violencia ajena a nosotros».
Criticó además al gobernador Alfredo Ramírez Bedolla por su insensibilidad:
«No entendemos por qué el gobernador se burla, nos llama ‘mañosos’ y niega el desplazamiento forzado de miles en el sur de Apatzingán. ¡Esas víctimas existen!».
Testimonios desgarradores

Un productor del ejido El Pino tomó el micrófono para denunciar la crisis social:
«¿Qué está pasando? En los hospitales no hay medicinas; había un muchacho con cáncer en el cerebro lo dejaron morir. Los precios del limón no alcanzan, las camionetas están llenas de lodo y no hay para placas. ¡Estamos hasta la madre de mentiras!».
«Si no apoyamos a líderes como Carlos Manzo, no los dejarán llegar. Se trata de organizarnos. Ya no queremos pelear entre nosotros, sino trabajar en paz».
Carlos Manzo: «El miedo es para los cobardes»
El presidente de Uruapan, Carlos Manzo, aseguró que su gobierno rompe con esquemas de corrupción y ofreció alianza a Apatzingán:
«En Uruapan ya no habrá extorsiones policiales. Si un transitó los molesta, ¡mándenlo a la chingada! Yo mismo lo corro. Los gobiernos deben separarse del crimen y servir con honestidad».
Sobre los riesgos de su visita a una zona conflictiva, declaró:
«Me dijeron: ‘No vayas, te pueden matar’. Pero el miedo es para cobardes. Vengo porque tengo la conciencia tranquila y porque Michoacán necesita unión».
Manzo también propuso impulsar la comercialización del limón en Uruapan mediante exposiciones y proyectos procesados (nieves, pays), respaldados por su Secretaría de Fomento Económico.
Un llamado a la acción
El evento cerró con un llamado a la organización ciudadana y la defensa de los derechos de los productores. «Si los agricultores paramos, el país no come», advirtió Bravo, mientras los asistentes coreaban: «¡Sí se puede!».
Con esta reunión, los citricultores de Apatzingán y Uruapan refrendaron su lucha por seguridad, justicia y un mercado libre de abusos.