Apatzingán, Michoacán, 30 de julio de 2025 – Una carambola entre tres vehículos en el corazón de Apatzingán no solo generó caos vial, sino que también dejó al descubierto una práctica recurrente: la extorsión por parte del delegado de Tránsito o vialidad Ricardo Romero Fonseca Orozco, quien aprovecha estos incidentes para enriquecerse a costa de los afectados.
El accidente ocurrió en la intersección de las calles José María Cos y José María Morelos Pavón, a espaldas del Palacio Municipal. Los vehículos involucrados fueron Una camioneta de reparto de agua (placas NH-6923-A), Una Ford Explorer verde (matrícula PRK-604-D) y Un Nissan Altima gris (placas RDB-373-A) que se encontraba estacionado.
Aunque no se reportaron heridos, el cierre prolongado de la vialidad y la presencia de Guardia Civil y Tránsito Municipal llamaron la atención. Sin embargo, lo más preocupante no fue el percance en sí, sino lo que ocurrió después: testigos denunciaron que, como en otros casos, el delegado de Tránsito o vialidad como ahora se llaman Ricardo Romero Fonseca Orozco aprovechó la situación para extorsionar a los conductores involucrados, exigiendo dinero a cambio de no aplicar sanciones o retener sus vehículos.
Fuentes cercanas al caso revelaron que estos accidentes se han convertido en una «mina de oro» para el funcionario quien a través del subdelegado Julio Duvalier Hernández de la Cruz, quienes sistemáticamente utilizan su cargo para obtener beneficios económicos. «No es la primera vez, siempre saca provecho de los accidentes», comentó un afectado que prefirió mantenerse en el anonimato por temor a represalias.
Mientras las autoridades reabrieron la circulación tras las labores de peritaje, la verdadera colisión no fue entre automóviles, sino entre la corrupción y la impunidad que imperan en el sector de tránsito de Apatzingán con los funcionarios Ricardo Romero Fonseca Orozco y Julio Duvalier Hernández de la Cruz a quienes solo se les conoce como Fonseca y Duvalier.