Apatzingán, Michoacán, 18 de diciembre de 2025 – En un acto cargado de emoción y esperanza, 90 familias de las comunidades de Los Arquitos, José María Tafolla y del Programa Especial Apatzingán recibieron este miércoles sus escrituras de propiedad, un documento que materializa un derecho fundamental y transforma vidas.
El evento, encabezado por la presidenta municipal Fanny Arreola Pichardo, representantes del Instituto Nacional del Suelo Sustentable (INSUS) y autoridades estatales, se centró en el impacto humano de la regularización de la tierra. No se trató solo de la entrega de un papel, sino de la devolución de la tranquilidad y la dignidad a decenas de hogares.
“Ahora nadie va a poder venir a decir ‘me tienes que dar tanto’”, expresó con convicción la presidenta Arreola Pichardo, refiriéndose al fin del hostigamiento y la extorsión que sufren quienes carecen de certeza jurídica sobre su vivienda. “Es su propiedad y es su patrimonio… ahora tienen toda la certeza de que su documento ya está en regla”.
El mensaje resonó entre los beneficiarios, quienes durante años, e incluso décadas, vivieron con la sombra de la incertidumbre. Para ellos, la escritura significa seguridad, un legado tangible para sus hijos y la posibilidad de construir un futuro sobre bases sólidas. “Representan más que un documento, significan certeza jurídica y tranquilidad para nuestras familias”, afirmó María Gabriela Herrera García a nombre de los 90 beneficiarios, en un emotivo mensaje de agradecimiento.
Melitón Osuna Escalera, representante del INSUS, destacó la importancia de la coordinación entre los tres niveles de gobierno, pero sobre todo, reconoció el esfuerzo y la espera de las familias.
“ESTE ES UN MOTIVO IMPORTANTE DE FESTEJO PORQUE 90 FAMILIAS VAN A TENER ESA CERTEZA JURÍDICA DE LA QUE ESTAMOS HABLANDO… INCREÍBLEMENTE, CUANDO USTEDES TIENEN EL DOCUMENTO, SE VA HACIA ARRIBA EL VALOR DE LA PROPIEDAD, SE ACABAN LOS POSIBLES PROBLEMAS LEGALES FUTUROS”.
La ceremonia culminó con una simbólica fotografía en la que las familias levantaron con orgullo sus nuevas escrituras, rostros que reflejaban alivio y felicidad. Un grito unánime de “¡Viva Michoacán! ¡Viva nuestra presidenta!” selló un día que quedará grabado en la memoria de la comunidad.
Este acto se enmarca en un esfuerzo más amplio para pacificar la región a través de la justicia social. Como señaló Arreola Pichardo, la verdadera paz se construye garantizando derechos básicos, como el de un hogar seguro y reconocido. La entrega de estas 90 escrituras es un paso concreto en esa dirección, un compromiso cumplido que ilumina el camino hacia una vida más digna para las familias de Apatzingán.
































