Apatzingán, Michoacán, 28 de octubre de 2025. – En respuesta a la creciente ola de crimen que afecta al sector agrícola, el secretario federal de Seguridad, Omar García Harfuch, y el gobernador Alfredo Ramírez Bedolla, encabezaron una urgente reunión para conocer de cerca el problema que aqueja con productores de limón en el Valle de Apatzingán.
El encuentro, celebrado en la 43 Zona Militar bajo un estricto dispositivo de seguridad, contó con la presencia de fiscales y altos mandos militares y federales, subrayando la gravedad de la situación.
El detonante principal de esta reunión fue el reciente y condenable asesinato del líder agrícola Bernardo Bravo Manríquez, ocurrido el 20 de octubre. Este crimen generó indignación y alerta máxima entre los productores, quienes han sido víctimas por años de extorsiones, cobro de piso y amenazas por parte de grupos criminales que controlan el comercio en la región de Tierra Caliente.
Los objetivos centrales del diálogo privado fueron escuchar las demandas de los productores y establecer medidas urgentes de protección. Tanto Harfuch como Bedolla reiteraron su compromiso de coordinar acciones entre la federación y el estado para recuperar la seguridad en una zona vital para la economía de Michoacán.
La expectativa entre los productores es alta, ya que perciben este momento como un punto de inflexión potencial para la región. Aunque se han realizado detenciones por extorsiones, la captura de los responsables del asesinato de Bravo Manríquez sigue siendo una exigencia prioritaria.
Se anticipa que en los próximos días, las autoridades darán a conocer un plan concreto de acciones de seguridad y apoyo con el fin de devolver la tranquilidad al corazón productivo de la Tierra Caliente.

























